Pensando a través de mis dedos plasmo en un teclado unas líneas por inercia sin sentido alguno en un principio. Guardo tanto que me dejo llevar por mis dedos para que sin siquiera analizar mucho sean ellos quienes me digan que es lo que oculto.Son muchas las veces que he sentido que la musa me abandona; que se aleja de mí sin dejar rastros de inspiración alguna, pero justo cuando releo lo que plasmaron mis dedos es cuando al fin me doy cuenta de estos mensajes oculto, y de su cercanía, es tambien aquí cuando recuerdo esta frase del filósofo Sigmund Freud que dice:Si la inspiración no viene a mí salgo a su encuentro.
miércoles, 28 de octubre de 2009
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