Desde mi balcón escucho el cantar de los pájaros que me anticipan su llegada. Llegará con sus cestas llenas de flores, cestas llenas de lluvia, cestas llenas de verdor, pero sobre todo llenas de esperanzas. Aquí la espero sentada, me pondré mi vestido rosa y me soltare mi cabello antes sujetado, para que el viento lo sople y sentirme parte de ella. Aquí la esperaré, para olerla, para respirar su tierna y viva esencia. Le pediré tres de sus flores: Una rosa blanca, una margarita y un tulipán. Las pondré en un jarrón para contemplarlas cuando se aya ido. Y cuando llegue el crudo invierno ya estas estarán muertas. Entonces la esperaré de nuevo, y le pediré tres más o talvez cuatro o quizás más.
jueves, 2 de abril de 2009
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Que buen balcón tiene usted, ya quisiera uno tener un balcón como el suyo. Hasta hace poco tuve una casa con un balcón que daba al cielo, pero la crisis, ay...la crisis.
ResponderBorrarHola Bate: Y eso que no has leido lo que veo pa traves de la ventana, pronto lo publicaré. Para mi no existe crisis para ver más allá de mis pupilas. Saludos y gracias por leerme.
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