lunes, 1 de junio de 2009

El silencio no existe, existe el menos ruido


No me gusta el silencio, y La Razón por la cual no me gusta, es porque no es verdadero, es más, no existe, porque aun en el lugar más apartado del planeta se escucha el cantar de un pájaro, el sonido del viento contra las hojas de los arboles o el caminar de una ardilla entre las hojas ya secas que se desprendieron del mismo, y es que hasta el caer de la nieve provoca un sonido.
El silencio no existe, existe el menos ruido, este aunque es parecido no es igual al silencio.
A mí me gusta el ruido, ha de ser porque es más real, este me indica que aun estoy viva, que existo todavía, que mi Corazón late casi al mismo tiempo que el de los que me rodean.
Lo más probable es que el que inventó la palabra silencio debe haber sido alguien que regreso de la muerte, y es que mi inexperiencia acerca de ese otro plano me hace ser ignorante de este término no experimentado por mí.
Amo el ruido, los sonidos, todo lo que rosa entre sí y provoca estas ondas que viajan a través del oído y penetran en mi tímpano.

El hecho de que existan sordos no quiere decir que no haya ruido, los sonidos siguen allí, en todas partes inclusive en sus propios cuerpos, en el tronar de sus huesos al levantarse, en sus pasos al caminar, en el latido de sus corazones, que ellos no puedan escucharlos no quiere decir que vivan en el silencio… O como se explican que Beethoven creaba música después de quedar sordo? Es que el ruido y el sonido no solo se escuchan, se siente, es vibración, también se palpa, y hasta se ve: solo basta con ver a un grupo de personas para saber que en ese lugar hay mucho ruido. El ruido es energía, el ruido y los sonidos son la misma vida!

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